“La blancura del vestido es lorquiana. La mezcla de cuento y poema, es lorquiana. Flor Saraví andando por los caminos de Federico, es absolutamente lorquiana. Un espectáculo breve e íntimo, un espectáculo para zambullirse entre esas palabras cargadas de miles de rosas abiertas y exuberantes. Un montaje muy limpio, bello y directo que nos da la oportunidad de escuchar a Lorca con más vida que nunca. Total, que el montaje es delicioso, que es un solo de una actriz a la que se le nota como ha sido habitada por Lorca. Revive Lorca en su eternidad, de la mano de una flor.” Álvaro Vicente. Revista Godot.
“Los Caminos de Federico es un espectáculo total, un tour de force que emplea a la actriz -casi transmutada en el alma de Federico- como hilo transmisor de sus textos al público; y un espectáculo capaz de explorar lo teatral de lo poético a través de muy pocos elementos.
La palabra es tan poderosa que no se necesita nada más, y Samuel Blanco lo tiene claro, y por eso no sobrecarga la propuesta escénica, a pesar de salpicarla de pequeños detalles que favorecen el juego teatral y están puestos al servicio de la poesía. Ha impreso al todo un ritmo casi coreográfico -acierto-, que potencia mediante el movimiento la musicalidad de los textos mismos.
Vestida de blanco puro, Flor Saraví se entrega a fondo a la tarea de transmitir el mensaje de Federico. Encuentra el equilibrio idóneo entre la fuerza expresiva -se nota, y se agradece, la escuela argentina- y el cuidado por mantener siempre el sentido de la palabra. Trabaja siempre desde una emoción intensa y sincera; siempre orgánica pero siempre equilibrada y más preocupada por dotar a los poemas y monólogos de aliento dramático que por la métrica. En otras palabras: Saraví entiende cada texto como una pequeña obra de teatro en la que se deja la piel; y en su implicación dramática emocionada está una de las claves del trabajo de una actriz que sabe medirse además bien con el público en las distancias cortas.” Hugo Álvarez Domínguez. Butaca en anfiteatro.
“Lorca y Saraví, Flor y Federico, una actriz y un poeta, frente a frente. Un espectáculo puro, de raíz, delicioso, conmovedor que estremece al espectador que, sencillamente, se deja llevar por la voz del poeta encarnada en esta soberbia actriz. Flor y Federico seguirán eternamente abriendo su pecho y dejando que surja la palabra. Espectáculo total, estremecedor, imprescindible.” José Miguel Vila. Diario Crítico.
“Es un instrumento poético arrollador. una alternativa a los modos y tonos de una sociedad desnaturalizada. Flor Saraví nos sumerge en el maravilloso mundo de Lorca, recitando sus poemas y textos de una manera magistral. Con toda la pasión que merece el maestro granadino y con toda la intención de utilizar su obra para mostrarnos que hay otro camino.” Alberto Rodriguez. Pop Up Teatro.
“Un excelente espectáculo que cala en lo más hondo y permite, al mismo tiempo, reconocer esos versos de siempre de este Poeta en Nueva York, que en voz y cuerpo de esta actriz retumban y vibran. Y por fuera de esos verbos silencio: “Hay cosas que no se pueden decir porque no hay palabras para decirlas; y si las hubiera, nadie entendería su significado.” Florencia del Campo. El correo de Andalucía.
«El espectáculo es ella, es Federico y la forma en que lo revive, metiéndose en su piel de forma extraordinaria. El público la obligó a salir a saludar tres veces con sus aplausos.» Guadaque.
«Flor nos empuja a un no-recital, a una no-declamación. Nos recibe en su locus amoenus; nos abraza, a veces opresivamente por este fluir de registros, gestos, voces y buena escuela.» Tragycom.
“No sé si es Flor quien seduce a Federico, o es Lorca quien coquetea con Saraví. Pero la palabra escrita cobra vida en la voz de Flor Saraví, y se desgarra, y se entrecorta, y se vuelve sedosa, y clama, como era el clamor de Federico en su obra, una obra dura, sincera, lastimera, poderosa como las navajas…Nos internamos en un mundo lleno de senderos tortuosos, donde asoma la luna, donde el agua corre por ríos y mana del cielo, donde la sangre brota del toro bravo, donde el caballo trota libre, donde Federico observa, llora, grita, susurra, duda, se adormece y se confunde en escena, pues creemos escucharle a él, pero es Flor quien nos atrapa en su ser. El Umbral de Primavera acoge el monólogo de esta extraordinaria actriz que nos fascinará con su arte. La dramaturgia de Lluis Pasqual y la dirección de Samuel Blanco, rozan el estado de la perfección.” Javier Sedano.
«Flor Saraví soportó todo el peso de una función que resulta un monólogo intensísimo donde entra y sale de la apasionada dramatización con una naturalidad pasmosa.» Cultura en Guada.
“Flor consigue ofrecernos un espectáculo completo y único sobrepasando el hecho del origen mismo de esos textos y no dándonos un recital sino creando algo nuevo y vivo. ¡Brava!
Por cierto… esa Doña Rosita… ¡inmejorable!” David García Vázquez. David desde el patio.
Descargar prensa «Los caminos de Federico»